martes, 23 de junio de 2009

Los vientos de la crisis internacional ya están llegando al Perú

Las opiniones son encontradas. Los diversos grupos, políticos, sociales y económicos, aún no se pone de acuerdo. Todo depende del cristal con el que se mire. Lo cierto es que la crisis económica también ha tocado nuestro país.

Las expectativas empresariales esperan que el Perú crezca. Que el PBI llegue al tan ansiado 4%. También debemos tener en cuenta que otro indicador económico como la inflación, que el año pasado fue del 6%, a mitad de este, ya borde el 1%. En lo que casi están coincidiendo la mayoría de expertos es que a partir de esta segunda mitad del 2009 ya se van a sentir algunas consecuencias de la crisis, en nuestra economía, pero no como ha afectado a Europa, Asia y Estados Unidos, donde varios países se han declarado en recesión.

Pese a los anuncios presidenciales y de la opinión de algunos asesores económicos del gobierno, la crisis ya se advierte en el aumento del desempleo, el incremento de la morosidad empresarial y personal, disminución de las exportaciones y la menor recaudación. Uno de los sectores, que está mostrando un pequeño ritmo de desaceleración, es el de la construcción. Un caso para analizar con detenimiento es el de las remesas. El dinero que envían compatriotas nuestros, muchos de ellos trabajan y viven en Estados Unidos, ha disminuido. Ellos sostienen familias enteras. Según citó el diario El Comercio “en el 2007, según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Perú recibió alrededor de US$2.900 millones en remesas enviadas por los peruanos que radican en el extranjero, una cifra equivalente al 3% del PBI, al 40% de la inversión extranjera directa en el país y al 90% de la inversión que con un gran esfuerzo ha previsto realizar el Gobierno este año” (9/6/2008).

Las cifras, en este rubro, son preocupantes pues por su volumen implican un factor de regular incidencia en las economías doméstica de muchos países en vías de desarrollo. Así tenemos que “el porcentaje de personas que envían remesas hacia Latinoamérica de manera regular ha disminuido de 73% en el 2006, a 50% en el 2008. Y eso que en ese lapso la población hispana se ha incrementado en 1,5 millones de personas”. En tal sentido, ese es un ejemplo de cómo la recisión que viven otros países también está afectando al nuestro.”En los últimos dos años, el monto promedio anual por persona remesado desde EE.UU. hacia América Latina ha pasado de US$2.630 a US$2.400, lo que confirma la dificultad que tienen para ahorrar y enviar dinero a su familia”, concluye el informe del organismo internacional con lo que se demostraría que los vientos y mareas que han golpeado duramente a otras naciones, también, de una u otra forma, nos están afectando a nosotros pues la crisis continua y las cifras no son muy alentadoras.

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